jueves, 30 de abril de 2009

El vals del olvido

Hace casi una semana, visitando a un amigo cineasta en la ciudad de Buenos Aires, me encontré teniendo en mis manos (por primera y quizás única vez) un catálogo del prestigioso festival internacional de cine de Cannes. Mi amigo mencionó una película que llamó su atención; se llamaba “Walz with Bashir”, un documental animado del director israelí Ari Folman.
Al llegar a casa, comencé a descargarla y al otro recién me senté a mirarla.



"Walz with Bashir" es un film documental con una estética innovadora, una animación brillante que no solo deleitará a cualquier fan del comic o a un grupo de cinéfilos, sino también a cualquier tipo de espectador porque lleva la impronta de las más grandes obras de arte.




La película narra, con un juego preciosamente incomodante, claramente autorreferencial, entre lo onírico y lo real, la masacre en los campos de refugiados palestinos en Líbano cuando el ejercito Israelí aniquiló a una población entera en el año 1982 escribiendo una línea más en las continuas violaciones de los derechos humanos. También habla de la memoria, y de esa extraña capacidad para bloquear determinados recuerdos.



Todo comienza cuando el protagonista empieza un viaje por los laberintos de su memoria al encontrarse con un amigo que le cuenta un sueño que se le repite desde que termino la guerra y un hecho crucial que él no recuerda haber vivido pero que todo induce a que estuvo allí; desde ese momento recorre los hogares de sus diferentes compañeros buscando respuesta y haciendo que la historia avance. Cada personaje da su punto de vista ofreciendo una guerra diferente que mezcla la realidad con lo que su memoria crea y recrea después de 20 años. El aspecto onírico de la película aparece desde el comienzo, con la narración de un sueño que conforma una bellísima secuencia de títulos, y en los relatos de la reconstrucción de lo ocurrido que van dejando ideas sueltas en la cabeza del personaje principal. Esta forma de estructurarse y reestructurarse habla de la memoria social, del famoso inconsciente colectivo, que es olvidadizo y generador de nuevas historias o personajes que nunca son del todo reales.

El tratamiento estético del trabajo es una joya de la animación, que mientras se disfruta en la butaca perplejo ante la inmensidad de la pantalla de cine (en mi caso, el desorden de mi habitación y el monitor 14 pulgadas) un espectador siente que esta película viene de un comic (prejuicio provocado por el antecedente cercano de Sin City), pero no, todo lo contrario, es más, es a partir del film que se crea un cómic.



La película es un soplo de aire fresco a la cinematografía mundial y agradezco aquel momento en que mi amigo la mencionó, si no, lamentablemente, nunca hubiese sabido de ella.


miércoles, 22 de abril de 2009

¿Hollywood clarividente?

¿Qué pensarán en Hollywood -las grandes productoras, los directores, las grandes estrellas, etc.- de que un negro sea presidente de su "America" y que ande estatizando bancos impunemente por ahí?

"¿Que clase de pregunta es esa?"

Tienen razón, es una pregunta sin norte. Pero no puedo evitar preguntármelo después de haber visto "Wanted" (2008 de Timur Bekmambetov, con A.Jolie, M.Freeman, J.McAvoy) -si, ya sé; si la pregunta de recién no tenía norte, esto último parece no tener pies ni cabeza



En realidad, vi la película el año pasado y el grueso de la interpretación que sigue viene de entonces, o sea, desde antes de las elecciones presidenciales allá en el gran (capitalista imperialista) país del norte.


Lo que hago hoy es intentar responder de un modo salvajemente indirecto esta pregunta: ¿qué pensaran allá, en general, del "Negro Estatizador"?

Y... ¿pero qué mejor ejemplo de la ideología capitalista norteña que las superproducciones hollywoodenses para buscar algún indicio?

Bueno, si no vieron la película -o si la vieron pero la olvidaron por lo mala, o por ser un calco barato del guión de Matrix (la 1ra)- pueden encontrar la sinopsis -en inglés, sorry- acá

Bien, el "Mundo" en "Wanted" encuentra su balance en el "Telar del Destino" (Loom of Fate). Los blancos que asigna el "Telar", si bien parecen generados por un orden meramente aleatorio, son en realidad de naturaleza enteramente "necesaria" para el "equilibrio mundial". Si no se mata a un tipo que parece el más inocente del planeta, un mal mayor -más muertes, o mayor sufrimiento- caerá sobre "verdaderos" inocentes.

Bien, quien no vea la similitud que existe entre el divino "Loom of Fate" y el gran dios -alabado por allá en el norte- "Free Market", deje de leer ya este post, o incluso este blog, porque al parecer el simbolismo le resbala -y está en todo su derecho.

¿Se entiende? Los designios del "Telar" son incognoscibles, en apariencia azarosos e injustificados, como los modos concretos del "Free Market", pero actuar en contra de ellos en cualquiera de los casos, siempre, indefectiblemente, genera un mal mayor -recordemos que según la cantinela neoliberal cualquier intervención del Estado equivale a un "desequilibrio del mercado".

Bien, ¿quién es en la película el que actuó decididamente en contra de los designios del "Telar"/"Libre Mercado"? ...¡El Gran Jefe Negro!

¿Coincidencia? ¿Señal divina? ¿Inconciente colectivo? ¿Trasvasamiento discursivo? ¿Estaré loco? Que importa, "Wanted" vislumbró por adelantado varios meses no sólo al flamante "estatismo" yanqui, sino que supo además que el estatista sería negro. ¿Que tal? No está mal para una burda superproducción de mucho presupuesto, bajo vuelo y pocas ideas.

Lo que asusta un poco es el destino/castigo que le guarda la película al "Gran Jefe Negro" que osó ir en contra de los designios del "Telar/Free Market": el "bueno restaudador del orden" le parte un tiro con un rifle en la cabeza.

Espero que ese detalle no sea una clarividencia más de esta película. Pero como bien sabemos, allá no son ningunos santos. Más bien son bastante salvajes. Bien disimulados, eso sí.

Pero bueno, por lo menos respondimos en parte aquella pregunta y sabemos lo que algunos militantes neoliberalistas deben estar pensando por allá sobre qué debe hacerse con el "Negro Estatizador".

Al final, creo que he sido ingrato con esta película; si no fuera porque bajo la amenaza de aburrirme hasta la médula la película me obligó a forzar un poco el "tercer ojo" para remar un poco el bodrio -es decir, si la película no hubiera sido tan decididamente mala- hoy este post no hubiera tenido lugar. Entonces digo "gracias, mediocres hollywoodenes, gracias".

Alfre http://sentidoapropiado.blogspot.com/2009/02/hollywood-clarividente.html